Cuando la gente visita el Reino Unido muchos extranjeros van directos a la capital antes de viajar a otros lugares de interés turístico del país.
Shropshire no suele estar entre los primeros de la lista y no es porque no haya cosas increíbles que ver. Todo aquel que consigue llegar a este condado se lo pasa fabulosamente y pasa horas y horas disfrutando del paisaje, los museos, nuestra historia y mucho más.
En concreto, existe un lugar especial que destaca entre otros muchos: Ironbridge, lugar donde nació la industria. Maite Cerdán viajó desde La Vall d’Uixó (España) a Shropshire con su pareja Benn Parsons, cuya familia vive en Shrewsbury y los dos decidieron explorar Ironbridge y descubrir los increíbles hechos históricos que acontecieron en este pequeño y precioso pueblo donde se construyó el primer puente de hierro de su clase en el mundo.
Pese a haber vivido en Shrewsbury varios años antes de mudarse a España para estar con Maite, Benn nunca había visitado el Museo de Blists Hill o Enginuity, así que ambos estaban en su lista pendiente.
Como la pareja quería una experiencia típicamente inglesa se quedaron en el Best Western Valley Hotel, un hotel de campo en el corazón de Ironbridge, situado en la rivera del rio Severn con increíbles vistas a las zonas verdes que lo rodean.
Cuando les preguntamos a Benn y a Maite cómo lo habían pasado, el hotel fue elogiado tanto como los museos que habían visitado.
“El hotel era de ensueño y la habitación tenía una cama con dosel (con cortinas alrededor) que me encantó. Paseamos por los jardines e hicimos fotos para enseñárselas a mi familia cuando volviéramos a España” dice Maite. “Quedarse en un hotel al estilo casa de campo ha sido una experiencia fantástica y Benn disfrutó especialmente del desayuno inglés que nos sirvieron por la mañana y que tanto echa de menos cuando estamos en España”.
La pareja pasó la mayor parte del día en Blists Hill donde ambos se impregnaron de historia y vieron un trocito de cómo era la vida en la época victoriana inglesa. “Comimos el tradicional Fish and Chips y tomamos té en la cafetería” añade Maite. “También fuimos al pub pero Benn no se dio cuenta de que en aquella época no existía la cerveza lager (de grifo), solo la de barril, así que nos dimos media vuelta y nos fuimos sin tomar nada, lo que me hizo gracia”.
“Dimos una vuelta por las tiendas y realmente disfrutamos estando en medio de todo aquello, tengo ganas contarle a todos mi experiencia cuando vuelva a casa”. Dejando atrás la era victoriana, Benn y Maite se dirigieron a Enginuity, un lugar donde aprender mucho sobre ciencia y tecnología, con muchas actividades prácticas y exhibiciones interactivas que puede disfrutar gente de todas las edades.
